El pavimento de baldosas blancas y negras otablero de damasaquí representa elDUALIDAD. El negro y el blanco que están en oposición, forman unTODOcompleto: un elemento se destaca por su oposición. Así el damero nos recuerda que todo lo que existe es necesario para dar vida a su contrario: muerte/nacimiento, femenino/masculino, sombra/luz, tristeza/alegría, miedo/amor… Equilibrio, como las dos facetas de una misma habitación. Evoca el símbolo de la dualidad reconciliada.

​

La sucesión de cuadrados perfectos forma ungeometría global ordenada. Cada cuadrado blanco está resaltado por cada cuadrado negro y viceversa. Luego, poco a poco, cuadrados de colores se van intercalando, girando, jugando aligerando los ritmos: ilusión óptica, simetría “desplazada”.

​

Por su composición, el damero representa aquí: el Mundo, la Tierra. Su forma cuadrada simboliza una base estructurada que evoluciona hacia una abertura, unPASOa otro estado, una nueva dimensión. En el centro, “la ventana” revela unaESFERA CELESTIALvidrio roto: POLARIS, SPICA, ALATAÏR, EPSILON. Salimos de la dualidad humana (damero/Tierra) para percibir la bóveda celeste (media esfera/abertura de conciencia, Cielo).

 

Esta serie que evoca la cohesiónTierra/Cieloes una invitación a ir más allá de cualquier dualidad humana, a hacer de nuestros contrastes un bien, una fortaleza y conectarnos con esta dimensión celestial más alta y radiante que nos ofreceel universo.